Aquella paloma que volaba cansada dejo caer de su pico una gota de agua, la cual se convirtió en la ciénaga de Ayapel. Luego apareció Juan Sábalo, que desde muy pequeño presento interés por el cuidado de la ciénaga y sus especies, al ver un pez que moría en la playa, lo recogió y lo volvió al agua. Después Juan caminaba por la playa y escucho una voz, era el espíritu de la ciénaga quien le encargo que fuera el guardián de la laguna. Juan cumplió sus designios sola cazaba sábalo. Le cantaba versos a las aguas, a las plantas y a los animales.
Era amigo de la dorada, de la mojarra, del manatí, y del bagre quienes le avisaban donde estaban cazando y pescando en grandes cantidades.
Tomado de: http://www.buenastareas.com/ensayos/El-Mayoral/1015458.html
lo nesecito todo no solo pedasos ahi
ResponderEliminarno me gusto
ResponderEliminartampoco ami muy corto
ResponderEliminarno estsa toda la historia
Hermoso
ResponderEliminar